Rauzán es una historia de amor entre Sebastián de Mendoza (Osvaldo Ríos) un adinerado y apuesto caballero, y Soledad de Santiño (Susana Torres) una mujer joven y hermosa, proveniente de una prestante familia.
En el pueblo, Sebastián es catalogado como un hombre excéntrico, enigmático y mujeriego, que enamora a las jóvenes más hermosas y luego, sin explicación alguna, las deja sumidas en la más absoluta depresión.
La causa de su comportamiento es un secreto, que por ningún motivo está dispuesto a develar: sufre de catalepsia, enfermedad que heredó de su padre y que lo ha mantenido rodeado por la incertidumbre de la muerte. Sin embargo, es Soledad de Santiño quien logra que Sebastián quiera enfrentar su realidad.
La pareja se compromete en matrimonio, por lo que Alcides de Mendoza (Rolando Tarajano) debe resignarse perder a Soledad, el amor de su vida, y –una vez más– verse relegado por su hermano menor. Pero, Alcides no cuenta con que Soledad nunca lo ha visto con amor. Por el contrario, sólo ve en él a un hombre temeroso, demasiado simple y corriente para su gusto. Faltando un día para la boda, Sebastián sufre un ataque de catalepsia y es enterrado vivo, sin que su futura esposa se haya enterado de su secreto.
El único que puede evitar que lo sepulten vivo es su fiel sirviente Boris, quien está de viaje y no puede evitar la tragedia.
Con un prometido muerto y un embarazo incipiente, Soledad es obligada a casarse con Alcides de Mendoza para salvar su reputación.
Por azares del destino y gracias a los tenebrosos oficios de Guillermo y Helena Zorrilla, la vida le da a Sebastián una inesperada oportunidad y regresa para retomar su vida. pero, pronto se entera del matrimonio de Soledad, y desconociendo los verdaderos motivos que la llevaron a Soledad aceptar una unión sin amor, parte para Villa Rauzán donde la vida ya no será la misma...
Una historia llena de amor, aventura, fantasía y misterio. Una producción de época sobre un amor que supera todos los obstáculos, incluso la muerte. Un amor que nos devuelve la vida.